jueves, 12 de noviembre de 2009

Peces marinos..


Peces Marinos

Velocidad... No hay otra palabra mejor para definir a los grandes, los infatigables viajeros del océano, los peces marinos. Los ciudadanos más representativos de alta mar se llaman tiburones, mantas, marlines, veleros, peces espada, atunes, oreas, cachalotes y delfines. Todos ellos están dotados de cuerpos hidrodinámicos, y son capaces de alcanzar velocidades muy altas. Algunos veleros (Istiophorus) cronometrados nadaron a 120 kilómetros por hora. Estos peces marinos utilizan su velocidad como arma mortífera. Dan caza a otros animales más lentos, que no tienen tiempo siquiera de ver cómo se les echa encima la muerte. Los pequeños animales de alta mar, o pelágicos, que no disponen de refugios ni escondrijos, deben recurrir a otras defensas para poder sobrevivir. La organización en bancos, el instinto gregario, que es algo más que un simple mecanismo de protección, resulta eficaz en apariencia, puesto que más de cuatro mil especies de peces marinos recurren a él. Cuando un banco es atacado, los individuos que lo componen se estrechan todavía más entre sí, en una formación esférica comparable a una bola. En ocasiones el depredador se asusta ante esa masa; pero incluso cuando ataca, no puede hacerlo sino atropelladamente, y destruye, afín de cuentas, muchos menos individuos que si éstos fueran solos o en pequeños grupos...

Cadena alimenticia de peces marinos

Las cadenas alimenticias de los peces marinos, que tienen como origen primero las moléculas orgánicas y su culminación en los grandes carnívoros, son en realidad ciclos o redes, más que cadenas en sentido estricto. Pues si se observan estos “niveles tróficos” (productores primarios, herbívoros, carnívoros, carnívoros de segundo orden), el anillo se cierra gracias a los necrófagos y los descomponedores, sin hablar de que muchos animales pueden ser presas en un determinado estadio de su existencia, y en otro, depredadores.

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